El naproxeno (Antalgin) es, probablemente, el segundo antiinflamatorio no esteroideo (AINE) más consumido, después del ibuprofeno. Se utiliza fundamentalmente por su acción frente al dolor, pero también sirve para bajar la fiebre (antipirético/ antitérmico). "Objetivamente, no es ni mejor ni peor que otros AINE y a todos habría que someterlos a un cierto grado de control en el uso", afirma Federico Díaz, director de la Unidad de Investigación de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Canarias. Dentro de esta familia de fármacos también se usan con frecuencia el ketoprofeno y el dexketoprofeno.
¿En qué situaciones prescribe el médico este fármaco? La mayoría de las presentaciones de este fármaco requieren receta médica. Juana Sánchez, de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), especifica que “está indicado en procesos inflamatorios que cursen con dolor de intensidad leve, primer escalón de la OMS, o en dolores moderados o intensos que cursen con inflamación unido a opioides leves en dolor moderado o a opioides potentes en dolor severo”.
En otras palabras, y tal y como añaden María José Coronado y María José Marín, del Centro de Información del Medicamento (CIM) del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Huelva, está indicado para tratar la fiebre y en procesos dolorosos e inflamatorios de intensidad leve o moderado, entre los que se incluyen:
¿Durante cuánto tiempo podemos tomar este medicamento? ¿Cómo hay que hacerlo? La portavoz de la SEMG explica que, al igual que el resto de los AINE, el naproxeno debe tomarse durante el menor tiempo posible y con la menor dosis que obtenga respuesta analgésica para el paciente. El representante de la SER abunda en esta misma línea: "Hay pacientes que están tomando antiinflamatorios y, cuando les preguntas si realmente funcionan, dicen que no lo saben, que los toman porque alguien se los mandó". En esos caso, puesto que no se trate de fármacos curativos, sino para el alivio sintomático, recomienda dejar de tomarlos si no se nota una disminución del dolor.
Las farmacéuticas del CIM indican que “de forma general, la dosis diaria de naproxeno sódico en un adulto oscila entre 550mg y 1100mg. La primera toma es de 550mg, seguido de 275mg cada 6/8h”.
Además, aclaran que el naproxeno se toma por vía oral, durante o después de las comidas para evitar posibles lesiones gastrointestinales.
Precisamente, uno de los errores más frecuentes que señala Sánchez está vinculado a esas posibles lesiones gastrointestinales: tomarlo sin inhibidores de la bomba de protones (omeprazol), especialmente en pacientes con alto riesgo de sangrado digestivo, como los pacientes con antecedentes de sangrado digestivo por úlcera gastro-duodenal.
Otros fallos habituales que indican Coronado y Marín son:
Está totalmente desaconsejado el consumo de naproxeno y el resto de AINE con alcohol, debido a la capacidad que tienen de lesionar la mucosa gástrica. La ingesta concomitante de alcohol potencia este poder ulcerógeno por incremento de la secreción ácida gástrica. Estas lesiones en el estómago provocan epigastralgia (dolor de estómago), pirosis (acidez de estómago) e incluso, en casos de ingestión crónica, la aparición de úlceras y hemorragias digestivas.
Según se recoge en su ficha técnica, naproxeno no debe administrarse durante el embarazo, el parto o la lactancia. Su administración se ha asociado a un aumento del riesgo de sufrir sufrir anomalías congénitas o abortos, especialmente cuando se consume en el primer y el segundo trimestre de la gestación.
Además, las mujeres en edad fértil se deben tener en cuenta que los medicamentos del tipo del naproxeno sódico se han asociado con una disminución de la capacidad para concebir.
Las farmacéuticas explican que las reacciones adversas más frecuentes que puede provocar la toma de naproxeno son las de tipo digestivo.
“Son muy frecuentes las náuseas y el estreñimiento. También son frecuentes los vómitos, dispepsia y diarreas. Y de poco frecuentes a una frecuencia desconocida, nos encontramos con reacciones adversas tales como hemorragia gastrointestinal, perforación intestinal e incluso se pueden dar casos de exacerbación de enfermedades como la enfermedad de Crohn”, enumeran Coronado y Marín.
Otros efectos secundarios que refiere la responsable de la SEMG están vinculados a la insuficiencia hepática o renal (se desaconseja su uso en estos pacientes).
“En ancianos hay que mantener la dosis mínima efectiva por el riesgo de desencadenar insuficiencia renal o hemorragia gastrointestinal. Este riesgo es mayor cuando se utilizan dosis crecientes de AINE, en pacientes con antecedentes de úlcera y ancianos”, especifica.
Otras posibles reacciones que describen desde el CIM son:
Químicamente son diferentes: uno es naproxeno base y el otro es la sal del naproxeno.
Respecto a la absorción, en el caso del naproxeno sódico es más rápida que en la del naproxeno. “550 mg de naproxeno sódico equivalen a 500 mg de naproxeno”, aclaran desde el CIM.
El primer punto que hay que tener claro es que siempre hay que consultar al médico antes de tomar cualquiera de estos dos AINE y seguir las pautas que prescriban.
Aclarado este punto, Sánchez señala que “depende de la respuesta individual de cada persona, aunque en la clasificación, comparado siempre con la aspirina, tiene una fuerte potencia analgésica”.
Por otro lado, las dos farmacéuticas indican que se han llevado a cabo diversos estudios para comparar si la eficacia de uno u otro es mayor en determinadas dolencias.
“Así, por ejemplo, la eficacia de ambos es similar en el dolor menstrual, si bien hay estudios que sugieren que el naproxeno lo es más en artrosis de rodilla. En cualquier caso, las personas deben evitar la automedicación y seguir siempre las indicaciones de su médico”, concluyen.
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